Panamá y Colombia avanzan en el último eslabón que permitirá unir a Centroamérica, Norteamérica y Sudamérica con un mismo sistema eléctrico: un proyecto histórico de interconexión que promete energía más segura, sostenible y justa para millones de ciudadanos.

Reunidos en el Parlamento Latinoamericano y Caribeño, autoridades de ambos países reafirmaron su compromiso con la interconexión eléctrica binacional, que abrirá la puerta a un intercambio de hasta 400 MW de energía.

“Este no es solo un proyecto eléctrico: es una oportunidad histórica de integración regional, que dará a nuestros ciudadanos lo que merecen: energía segura, sostenible y justa”, afirmó Zelmar Rodríguez Crespo, administradora general de la ASEP, quien destacó el respaldo del presidente José Raúl Mulino.

El encuentro consolidó la hoja de ruta regulatoria y técnica, tras la firma del Acuerdo ASEP–CREG que garantiza reglas claras para el acceso y la remuneración de la infraestructura. Además, se resaltó que el proyecto ya superó estudios ambientales y sociales, con más de 80 talleres comunitarios en la ruta de construcción.

El inicio de obras está previsto para el segundo semestre de 2026, con una entrada en operación proyectada para 2029. Su administración estará a cargo de ETESA de Panamá e ISA de Colombia, con el respaldo de organismos multilaterales como el BID y CAF.

Con esta interconexión, Panamá y Colombia no solo comparten energía: tienden un puente que integra a todo un continente.